Encontrar a quien amar Encontrar a quien amar se ha convertido en algo muy problemático. Las generaciones de nuestro s mayores no comprenden cómo tantos hombres y mujeres no encuentran una pareja. Es que en el mundo de hoy, aunque hay muchos medios de comunicación, mayores posibilidades de viajar y sitios y agencias que facilitan el encuentro de una pareja potencial, vivimos en una civilización que alguien ha definido como “de corazones solitarios”. Una de las cosas que se ha perdido es la capacidad del cortejo. El acercarse despacio al otro, con el ánimo de conocerlo en el plano de la amistad es algo que ya no se estila. Se cree erróneamente que para que haya química emocional, física y sexual las personas que componen una pareja no pueden ser amigos, porque la familiaridad quitaría el halo de enamoramiento o romanticismo platónico. Pues no es así. Si estamos buscando algo más que el pulso acelerado y la rara sensación de mariposas flotando en el estómago por algunos días; si en verdad buscamos a alguien para vivir con intensidad y compartir nuestra vida, entonces el primer paso es conocer amigos. Sin presiones, sin apuros, con alegría y libertad. Ese es el terreno propicio para que las cosas buenas ocurran. Este es el consejo que da la Biblia en Cantar de los Cantares, un libro que ensalza la relación amorosa de un hombre y su esposa. Allí se presenta a la pareja de enamorados primero como amigos, luego como esposos y amantes. En vez de lamentarse por la soledad ¿Por qué no ampliar su círculo de amigos? ¿Por qué no permitir que otros le conozcan tal cual es y tomar tiempo para conocer y compartir momentos especiales con personas que uno elige? No tenga miedo al compromiso, quizá muy cerca, en su propio entorno está la puerta al gran amor de su vida. Mire con otros ojos. Ese es el secreto.
1 comentario:
jijiji..siii en serio que mientras más buscas....menos encuentras¡¡ es verdad que hay que darte tu tiempo, cuando menos lo imagines...estarás enamorada¡¡ ^^
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